Una reciente investigación llevada a cabo en Francia ha encendido una nueva alerta sobre los riesgos del consumo habitual de alimentos ultraprocesados y bebidas dietéticas. Según este estudio, ciertos aditivos alimentarios, presentes en gran parte de estos productos, podrían estar asociados con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica PLOS Medicine, fue liderado por un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM). A lo largo de casi ocho años, el equipo analizó los hábitos alimentarios y la salud de más de 108.000 adultos franceses, con el objetivo de evaluar los posibles efectos de los aditivos alimentarios cuando se consumen en combinación, tal como sucede en la vida cotidiana.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue la identificación de mezclas específicas de aditivos que, al ser ingeridas regularmente, se vinculan con un incremento en el riesgo de padecer diabetes tipo 2. En particular, se destacó una combinación de aditivos que incluye edulcorantes artificiales como el aspartamo y la sucralosa, junto con colorantes, conservantes y emulsionantes. Esta mezcla, común en bebidas «sin azúcar» o «light», se asoció con un aumento del 13% en el riesgo de desarrollar esta forma de diabetes.
Otra combinación de aditivos, presente principalmente en productos como sopas industriales, salsas listas para consumir, helados, postres lácteos y ciertos snacks, mostró un aumento del 8% en el riesgo. Estos productos, ampliamente consumidos por la población, suelen estar etiquetados como «bajos en calorías» o «aptos para diabéticos», lo que puede generar una falsa sensación de seguridad en el consumidor.
Marie Payen de la Garanderie, autora principal del estudio, destacó que si bien estos aditivos han sido evaluados individualmente en términos de seguridad, aún se sabe poco sobre los efectos que pueden tener cuando se combinan entre sí y se consumen de manera frecuente. “Las personas no consumen estos compuestos por separado, sino que están presentes en múltiples productos dentro de una misma dieta. Por eso creemos que es importante estudiar su efecto combinado”, explicó.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre y una resistencia progresiva a la insulina. Se asocia a múltiples factores, incluyendo la genética, el estilo de vida sedentario, la mala alimentación y el sobrepeso. Este nuevo estudio agrega evidencia sobre cómo los aditivos de los alimentos industrializados podrían estar influyendo también en el desarrollo de esta condición.
Los autores del trabajo advierten que se necesitan más investigaciones para comprender con precisión los mecanismos mediante los cuales estas mezclas de aditivos afectan el metabolismo. Sin embargo, subrayan la importancia de adoptar medidas preventivas desde ahora, como reducir el consumo de productos ultraprocesados y optar por alimentos frescos, naturales y mínimamente intervenidos.
En un contexto en el que cada vez más personas eligen productos “light” o “dietéticos” pensando que son opciones más saludables, estos hallazgos invitan a una reflexión crítica. Elegir alimentos sin aditivos, leer con atención las etiquetas, y volver a una alimentación basada en productos naturales y caseros puede ser una de las herramientas más eficaces para cuidar la salud a largo plazo.