Aromático, picante y altamente versátil, el jengibre suele ser reconocido como una especia exótica para dar sabor a infusiones, platos salados o incluso recetas dulces. Sin embargo, detrás de su uso culinario, esta raíz encierra un potente potencial medicinal que la ciencia moderna continúa respaldando.
Un poco de historia y origen
El jengibre —cuyo nombre científico es Zingiber officinale— pertenece a la familia Zingiberaceae, la misma que incluye al cardamomo y la cúrcuma. Aunque su origen geográfico exacto sigue siendo incierto, se estima que su cultivo y uso terapéutico comenzó hace más de 5000 años en la India y China, principalmente para tratar diversas enfermedades.
Fue llevado a Europa hace más de 2000 años, donde también se valoró por sus propiedades curativas. Su valor era tan alto en la Edad Media que se llegó a comparar su precio con el de un animal de granja: unos 450 gramos de jengibre podían costar lo mismo que una oveja.
¿Por qué el jengibre es tan beneficioso para la salud?
Su efecto positivo en el cuerpo humano se debe en gran parte al gingerol, un compuesto bioactivo que tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y digestivas.
Según investigaciones de la Universidad Johns Hopkins y la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el gingerol contribuye a acelerar el vaciamiento gástrico y mejora la eficiencia del proceso digestivo, lo cual reduce molestias intestinales y ayuda al bienestar general.
Formas de consumo
El jengibre puede disfrutarse de múltiples maneras:
- En infusión (ideal para días fríos o digestivos).
- Como condimento en comidas saladas.
- Como ingrediente en postres, como la clásica tarta de jengibre inglesa.
🌿 Seis beneficios comprobados del jengibre para la salud
Según Johns Hopkins, estas son algunas de las razones por las que el jengibre merece un lugar habitual en nuestra alimentación:
1. Alivio de las náuseas
Ayuda a reducir la sensación de náuseas al favorecer el vaciamiento estomacal, siendo útil en casos de indigestión o malestar estomacal.
2. Coadyuvante en tratamientos oncológicos
En pacientes que reciben quimioterapia, puede contribuir a disminuir las náuseas posteriores al tratamiento y mitigar los efectos secundarios de los medicamentos.
3. Apoyo durante el embarazo
Es común que las mujeres embarazadas lo utilicen para aliviar las náuseas matutinas y los mareos. Incluso la Academia Americana de Obstetricia y Ginecología lo considera un remedio seguro y no farmacológico para estos síntomas.
4. Reducción de hinchazón y gases
Su consumo ayuda a disminuir la fermentación intestinal, el estreñimiento y otros procesos que provocan distensión abdominal.
5. Protección celular
El jengibre contiene antioxidantes que ayudan a combatir el exceso de radicales libres, responsables del daño celular y el envejecimiento prematuro.
6. Posible efecto antiinflamatorio
Gracias a sus más de 400 compuestos naturales, muchos de ellos con propiedades antiinflamatorias, el jengibre podría tener un rol beneficioso en afecciones como la artritis o la inflamación de las vías respiratorias. No obstante, se siguen realizando estudios para confirmar estos efectos.
Conclusión
Incorporar jengibre en la dieta diaria es una forma natural y sencilla de promover el bienestar digestivo, reducir inflamaciones y sumar antioxidantes al organismo. Una raíz pequeña, pero con un gran potencial para cuidar nuestra salud de forma integral.