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El cerebro humano envejece de forma repentina a los 44 y 67 años

​Un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha revelado que el envejecimiento del cerebro humano no ocurre de manera gradual, como se pensaba anteriormente, sino que se manifiesta en episodios abruptos a los 44 y 67 años.

Cambios cerebrales abruptos

La investigación, liderada por la profesora Lilianne Mujica-Parodi de la Universidad de Stony Brook, analizó imágenes cerebrales de más de 19.300 personas de entre 18 y 90 años. Los resultados mostraron que las redes cerebrales comienzan a mostrar signos de inestabilidad a partir de los 44 años, intensificándose a los 67 años y estabilizándose cerca de los 90 años.​

Este patrón sugiere que el envejecimiento cerebral no es lineal, sino que ocurre en oleadas, desafiando las nociones tradicionales sobre el deterioro cognitivo asociado a la edad.​

Resistencia a la insulina y energía cerebral

Uno de los hallazgos clave del estudio es la relación entre la resistencia a la insulina y el envejecimiento cerebral. A medida que las personas envejecen, las células cerebrales requieren niveles más altos de insulina para funcionar correctamente. Este desequilibrio energético podría ser un factor crucial en el inicio del envejecimiento cerebral abrupto.​

Cetonas como combustible alternativo

El estudio también exploró el uso de cetonas como una fuente de energía alternativa para el cerebro. A diferencia de la glucosa, las cetonas pueden ser utilizadas por las neuronas sin depender de la insulina. Los investigadores descubrieron que las cetonas lograron estabilizar redes cerebrales degradadas, lo que sugiere que podrían desempeñar un papel protector contra el deterioro cognitivo.

Implicaciones para la prevención del Alzheimer

Estos hallazgos abren nuevas posibilidades para prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Al comprender mejor los momentos clave en los que el cerebro envejece abruptamente, los científicos pueden desarrollar estrategias más efectivas para mantener la salud cerebral a lo largo de la vida.​

En resumen, este estudio destaca la importancia de monitorear y apoyar la salud cerebral, especialmente alrededor de los 44 y 67 años, para promover un envejecimiento saludable y prevenir enfermedades neurodegenerativas.

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